Learning through play o aprender jugando

El concepto de aprender jugando conlleva mucho más significado que el hecho de organizar el aula de manera que tengamos un grupo de alumnos jugando, tiene un sentido mucho más amplio. El aprendizaje en sí es distinto. "Learning through play" o aprender a través del juego es también conocer las capacidades propias, es entender el aprendizaje como algo que hay que ejercer.

Aprender a través del juego: crear nuestro conocimiento.

Tanto para los adultos como para los más jóvenes, jugar es una de las maneras más entretenidas (y preferidas) de aprender. Jugar nos activa para explorar, practicar y probar nuevas maneras de afrontar los diferentes retos que luego, en el mundo de fuera del juego, nos encontraremos. Las habilidades tales como la resolución de problemas, impulso de la creatividad, la empatía, la comunicación con los demás y el trabajo en equipo tienen un origen muy ceñido al acto de jugar. Cuando los más jóvenes aprenden jugando, su motivación florece por la satisfacción de estar inmersos en la actividad que realizan, en su propio nivel de desafío e interés. Esto significa que están en sintonía con la actividad que realizan, implicando todo su potencial en la acción, tomando riesgos y experimentando, para desarrollar ideas y sobretodo preguntas, creando conocimiento y resolviendo problemas. Para una experiencia de calidad de aprendizaje a través del juego se requiere una integración en el aula tanto de habilidades cognitivas como de habilidades emocionales, equiparando las oportunidades de fijar los propios objetivos, manteniendo el foco en el aprendizaje y la resolución de problemas, con la oportunidad de ver reflejado el impacto de la acción del alumno, apasionándose por su progreso y actuando de manera flexible cuando las circunstancias cambian.

En otras palabras, el juego es una manera significativa para preparar a los niños-as para los desafíos que enfrentarán, sin embargo, durante el último medio siglo se ha producido un fuerte descenso en la cantidad que juegan los niños-as. Además, hay una generalizada falta de comprensión del impacto y los beneficios de jugar y hacer jugar una parte natural del proceso de aprendizaje.

Es por ello que nuestro trabajo se trata de redefinir el juego y re-imaginar el aprendizaje.

Hay que positivizar y revalorizar la acción de jugar, de canalizar el juego, hacia un elemento de apoyo en el aula y en el desarrollo del conocimiento. Aquello que se aprende jugando se aprende para siempre, y de una forma totalmente natural.