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La importancia de jugar en familia
Este 2018 salía el último estudio de la Fundación LEGO, Play Well Report 2018, que a través de una encuesta a 13.000 padres y madres de nueve países diferentes intentaba entender el momento en el que se encuentra el juego en nuestras vidas, a la vez que animar al debate acerca de la importancia de este.
El estudio revela interesantes resultados sobre el tiempo que pasan las familias jugando juntos, así como sus beneficios y las consecuencias que puede aportar para toda la familia. Como veremos a continuación, es esencial que conozcamos todo lo que nos puede aportar y cuáles son las visiones actuales que hay acerca de este de forma global. Y es que los frutos son innombrables.
Por esta razón, y antes de enseñaros todo aquello con lo que os vais a sorprender, queremos animaros a pasar tiempo jugando en familia, a seguir conociendo a vuestros hijos y a crear muchas cosas juntos. Así que os animamos a empezar a hacerlo, ya que os ofrecemos los mejores productos educativos para jugar en casa.
Los beneficios del juego compartido
Hay muchas formas diferentes de formar parte de una familia, y estas cambian continuamente, pero los beneficios de jugar juntos permanecen influyentes y transformadores a lo largo del tiempo. El juego compartido, ya sea con amig@s, herman@s, padres y madres, cuidador@s u otros adultos, no solo beneficia al desarrollo de los más pequeños, sino que también tiene muchos otros beneficios socioemocionales adicionales para los padres y madres y para todo el conjunto de la familia.
Más tiempo jugando juntos, más felicidad
Ya sean juegos al aire libre, de rol, imaginativos, digitales o una mezcla de todos estos tipos, las familias que juegan juntas regularmente son más felices, sienten menos estrés y son más saludables. El estudio establece una clara conexión entre los niveles de felicidad de las familias y el tiempo que pasan jugando juntos. 9 de cada 10 familias que pasan más de cinco horas jugando juntos cada semana se describen a sí mismos como felices; y cuanto más jugamos, más felices somos.
¿Qué sienten los padres y madres cuando juegan en familia?
9 de cada 10 padres y madres escogen emociones positivas como “felicidad”, “orgullo” e “inspirado” cuando se les pregunta qué sienten cuando juegan junto a sus hijo/as. Pero no solo por el hecho de pasar tiempo junto a las personas a las que quieren, sino que afirman que jugar también es fundamental para su propia felicidad, y que les hace sentir más relajado, con más energía y más creativos. De la misma manera, jugar también fortalece las relaciones entre familiares, construye confianza y les ayuda a conocer mejor a sus hijos/as.
¿Qué beneficios tiene para los más pequeños?
Jugar de forma regular y compartir esos momentos ayuda a construir las principales habilidades y competencias de los niños, ya que estas se empiezan a desarrollar en una edad temprana. El juego imaginativo y la construcción de juguetes, entre otros, son particularmente útiles para asegurar que estas habilidades continúan desarrollándose a medida que el niño/a se adentra en la edad adulta.
Jugar en familia, además, reduce la ansiedad de los niños, ya que proporciona una forma segura de "probar" su futura personalidad, que poco a poco está emergiendo en ellos, y flexibiliza las facultades creativas, cognitivas y emocionales recién adquiridas.
8 de cada 10 niños apuntan que jugar les ayuda a desconectar y relajarse de las agendas más formales del colegio. 9 de cada 10 dice que se sienten felices cuando sus padres están con ellos, y esto se refleja en el ámbito académico.
¿Qué beneficios tiene para los padres y madres?
Mientras que jugar en familia es bueno para los niños, también tiene beneficios socioemocionales muy profundos para los padres. 9 de cada 10 familias dice que jugar con sus hijos refuerza los lazos familiares y les ayuda a conectar con sus hijos, ya que es un momento en que pueden formar su personalidad, manteniéndolos enérgicos e involucrados mientras ellos crecen. Esto, a su vez, hace que los niños se sientan valorados y válidos, haciendo crecer su autoestima y la autoconfianza.
Jugar en familia tiene un impacto a largo plazo en la creatividad y el bienestar de los padres. En un mundo donde se reconoce ser ágil, flexible y resiliente, el juego es también una “vía de escape” para que muchos padres reconecten con su niño interior. Cuando juegan con sus hijos, redescubren su parte más alegre.
El estudio enseña que mientras que la adultez a veces nos aleja del juego, muchos de nosotros todavía seguimos siendo niños. 9 de cada 10 padres y madres dicen que disfrutan jugando con sus hijos, de la misma manera que sus hijos disfrutan con ellos, y 7 de cada 10 compran juguetes que disfrutarán como lo harán sus hijos.
Los efectos desestresantes del juego
A causa de la naturaleza de nuestras vidas, a veces el impacto más positivo de jugar en familia es que la reducción del estrés y la ayuda al bienestar y la felicidad. 9 de cada 10 padres dicen que les ha ayudado a tomar otra perspectiva de sus propias vidas y que son capaces de dejar el estrés del día a día cuando juegan con ellos.
Y porque el estrés puede ser muy restrictivo en el desarrollo socioemocional de los niños/as, jugar regularmente en familia asegura que estén preparados para un buen crecimiento.
Beneficios para el conjunto de la sociedad
Jugar en familia desarrolla habilidades interpersonales, emocionales y sociales. Las relaciones abiertas, de apoyo y basadas que se desarrollan con el juego construyen una gran cantidad de confianza, empatía y tolerancia, virtudes tan consideradas en las sociedades que actualmente están emergiendo; pero también fomenta el riesgo creativo y la innovación. La empatía interpersonal conduce no solo a una mayor tolerancia en las familias y las culturas, sino que también conduce a grandes beneficios interculturales entre las sociedades y el bienestar global.
Cualquier tipo de juego aumenta la creatividad, y esta es una de las habilidades clave para el crecimiento y el desarrollo de las sociedades del futuro. Está altamente conectada a la innovación y a la resolución de problemas -los impulsores del crecimiento económico en muchas economías-.
Y aunque a veces sea complicado…
Mientras que muchos padres reconocen los muchos beneficios que tiene jugar, encontrar el momento es, a veces, complicado. 4 de cada 10 padres y madres dicen que no pasan tiempo suficiente jugando en familia; y la mayoría de ellos admiten que les gustaría dedicarse más. Esto coincide con que, al menos la mitad de todos los niños encuestados (4 de cada 10), dice que sus padres y madres están demasiado ocupados para jugar.
…Es importante darles la libertad de un juego continuo y práctico
Las razones de la brecha entre lo que las familias pueden jugar y lo que les gustaría tiene raíz en los temores sobre el futuro y los cambios de los estilos de vida. Dado que la incertidumbre sobre el tipo de trabajo y el futuro de sus hijos, muchos padres, madres y educador@s se centran en las pruebas tradicionales, las clases adicionales y las actividades extraescolares destinadas a mejorar el éxito académico. Pero al hacerlo, dejan menos espacio en la vida de los niños para el juego libre, no estructurado y autodirigido. Así pues, la “diversión organizada” está a menudo sobrestimada por padres, madres y profesores, pero no se experimenta como un verdadero juego por parte de los niños. Son los sentimientos de autonomía y autodeterminación que se fomentan a través del juego “no estructurado” lo que les ayuda a crecer y evolucionar.
Por algunas de estas razones (¡que no son pocas!), os ofrecemos seguir disfrutando del juego en familia y fomentarlo en casa para seguir disfrutando de todos sus beneficios.
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